Presentación



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Información para Profesores

Esta es una actividad colaborativa que puede servir como apoyo a diversas asignaturas, principalmente a la de lengua (o español) e historia. Asimismo fomenta valores interculturales, con el objetivo de generar un acervo colectivo de comentarios y celebraciones sobre los procesos de independencia de nuestros países.
- Se sugiere que los equipos de alumnos lean los artículos que se presentan y hagan una pequeña investigación para aportar comentarios a los mismos.
- Posteriormente les pedimos una descripción de sus fiestas de independencia, desde sus percepciones y sensaciones.
- Compartir las recetas de la comida que se ofrece con motivo de esta fecha.
- Describir su monumento a la independencia y publicar fotografías y dibujos de éstos.

Criterios de validación



- Que los comentarios sean con palabras de los alumnos, y que proyecte las sensaciones que les produce esta fiesta en su localidad.
- Si se encuentran errores, poder desarrollar una cultura escolar en la que los equipos tengan la posibilidad de corregir su propio trabajo, mejorando con ello, su proceso de escritura a partir de la retroalimentación con su profesor.
- Que refleje que es un trabajo en equipo.


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Introducción

¿Qué fue lo que ocurrió durante los siglos XVIII y XIX, que provocó la lucha independentista en casi toda Hispanoamérica? Varios factores localistas e internacionales intervinieron en el surgimiento del espíritu emancipador; sin embargo, en cada territorio las circunstancias adquirieron diversos matices.

Si leemos los siguientes textos sobre las diversas independencias americanas, podremos encontrar que las razones más generales que justifican las acciones emancipadoras, tienen rasgos comunes pero que no se pueden afirmar como iguales. Por ejemplo, el ambiente de hostilidad que se vivía en Europa por la invasión napoleónica fue un factor que se aprovechó para buscar cierta “independencia” de los virreinatos pero siempre atenidos a la idea de “lealtad” hacia la Corona Española; las clases privilegiadas del tiempo colonial querían su propia libertad para gobernar los territorios que ocupaban pero no querían perder el mando directo del rey español. Sin embargo, el desarrollo del pensamiento ilustrado, provocó que en otros sectores de la población americana se buscara, ahora sí, una emancipación total del poderío europeo; a esta situación tenemos que agregar que el regreso de Fernando VII (rey de España) después de haber estado en prisión no favoreció a los americanos como se esperaba. Se creía que el rey iba a respetar la Constitución de Cádiz y además permitiría la supresión del poder virreinal en América; empero, cuando retomó el trono monárquico, se limitó a decretar un poder absolutista que tenía como punto de apoyo fundamental la mano represora de los virreyes. La nueva estructura de gobierno español asfixió el sentimiento de lealtad de la población americana. Se comenzaron a idear las nuevas formas de regir a América desde una perceptiva libre.
Tenemos que aclarar que cuando hablamos de “libertad” en América, no debemos entender que este concepto equivale a una búsqueda de igualdad de clases. Los ideales líderes en las luchas por la emancipación radicaban en la conservación de la estratificación social, con la diferencia de que el mando tenía que caer en manos de los patriotas nacionales.
Después de que se desarrollaron las luchas independentistas, fue cuando empezaron a brotar los matices de igualdad soberana, lo sorprendente, es que esta situación se desenvolvió en una facción minoritaria de las luchas. La conciencia de cambio estaba en las mentes que: o eran letradas, o poseían privilegios económicos y sociales. Podemos afirmar, no sin cierto temor, que la masa poblacional aún no concretaba los deseos que le inspiraban las luchas libertarias. Si bien es acertado decir que la gente en general quería un cambio, también debemos señalar que no se encontraban ahí los pensamientos motores de las luchas por la libertad.
Hasta este punto América peleaba por los hilos del poder, se tenían nociones de cómo se organizarían las naciones una vez que triunfaran las independencias; sin embargo, como se podrá observar después, una vez que triunfen las luchas, surgirán los conflictos internos por establecer “el mejor modo de gobierno”. ¿Qué se puede deducir de esto? Que aún con la pretendida uniformidad de peticiones frente a España, coexistían diversos objetivos en la mentalidad de los elementos internos de cada una de las naciones.
Otro factor fundamental que motivó a las batallas independentistas en América, era la búsqueda de un desarrollo económico propio e ilimitado. Para el nuevo continente, España se había convertido en un freno para el avance económico de los territorios; ahora cada nación quería explotar sus cualidades naturales y que el producto de ese trabajo beneficiara a los nacionales, ¿querían que se beneficiara toda la población? No necesariamente.
¿Y que papel tuvieron las masas? La población en general era la mano ejecutoria útil en las batallas, en nombre de ellas se llevaban a cabo las luchas, pero da la impresión de que se les entendía más como entes abstractos; se redujo demasiado el esfuerzo por entender sus verdaderas necesidades. La masa, desde nuestra visión, no tenía cara definida dentro de la generalidad de los movimientos; empero, esto no debe entenderse como que eran sólo materiales de guerra sin complejidad propia, es sólo que no sabemos hasta que punto las independencias fueron movimientos populares.
Esto es a grandes rasgos dos de los elementos que más saltan a la vista cuando intentamos definir las razones por las que se inician las independencias en América. Definitivamente hay muchas más razones y más específicas, pero con esto creemos que es suficiente para entender los escritos que se presentan.

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Bolivia


Alto Perú = La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí
La lucha por la independencia en el Alto Perú, hoy conocido como Bolivia, fue un proceso de varios años que se compusieron de varias batallas interrumpidas, pero que se lograron consolidar en 1824 con el éxito de Simón Bolívar al hacer la Declaración de Independencia.
En 1809 se llevaron a cabo los primeros levantamientos rebeldes en lo que fue la zona del Alto Perú. El primer movimiento que estalló el 25 de mayo de aquel año fue encabezado por Bernardo de Monteagudo y Jaime Zudáñez en la región de Chuquisaca. El segundo fue el que se desató el 16 de julio en la región de La Paz; esta movilización rebelde fue liderada por Pedro Domingo Murillo1. Ambas rebeliones tenían como objetivo fundamental, hacer un gobierno independiente del virreinato que les permitiera estructurar su propia forma de gobierno; sin embargo, no era parte del plan separarse definitivamente del la Corona española, de hecho, el movimiento en sí quería cuidar los dominios de Fernando VII frente a los intereses de expansión del poderío portugués que ahora se alojaba en Brasil.
Después de largos meses de lucha, las fuerzas realistas terminaron reprimiendo estos primeros esbozos de “independencia”. El 25 de octubre de 1809 ingresó a la ciudad de La Paz el ejército de Goyeneche sometiendo a prisión a todos los líderes de la revolución. Por otro lado, el mariscal Vicente Nieto entró a la ciudad de Chuquisaca el 21 de diciembre del mismo año; como consecuencia del triunfo realista se decretó a principios de 1810 que se ahorcaran a todos los hombres que encabezaron las rebeliones contra el poder virreinal.
¿Cómo es que la Corona española reprimió un movimiento que pretendía cuidar los intereses de Fernando VII? Los movimientos rebeldes estaban en contra del Virrey de la región de Río de la Plata, esto, porque se sospechaba una posible intención de anexar la provincia de Río de la Plata a la corona de Portugal; sin embargo, las noticias que llegaron a Europa afirmaban que las revueltas buscaban una absoluta independencia de España, como fue de esperarse, el poder real actuó bajo la idea de pelear por su dominio codo a codo con el Virrey. Esto provocó que al finalizar las batallas de los realistas contra los hombres de Murillo la ideología principal de los americanos persiguiera, ahora sí, la total autonomía política: una República.
En el mismo año de 1810 la fuerza realista del Alto Perú pidió al virrey de Perú que incorporara a sus dominios a la recién sometida región; la moción fue aceptada. Empero, la resolución no duró mucho tiempo, el 14 de septiembre estalló la revolución de Cochabamba y para el 23 del mismo mes, esta región se adhirió a la Junta de Buenos Aires, que si bien no era independiente de la Corona Española, ya no dependía del poder virreinal2.
Todavía quedaba pelear por las restantes regiones del Alto Perú: La Paz, Chuquisaca y Potosí. Empero, no pasó mucho tiempo; el 7 de noviembre de 1810 Suipacha desbarató al gobierno español; Potosí se sublevó y el 10 de noviembre tomó las riendas del poder; posteriormente, Chuquisaca adoptó la misma resolución el 13 de noviembre. Así siguió la cadena de las regiones que se incorporaban a la Junta de Buenos Aires. Hasta llegar a una ciudad importante para el dominio político: La Paz, que el 14 de noviembre de aquel año tan agitado logró independizarse del poder virreinal.

Todo marchaba relativamente bien hasta que a partir del 20 de junio de 1811, las fuerzas realistas del General Juan Manuel Goyeneche recuperaron los territorios del Alto Perú. A continuación viene una temporada de cinco años en los cuales los territorios que hoy componen Bolivia fueron disputados por los realistas del virrey de Lima y las huestes revolucionarias. No hubo paz y las batallas con triunfos parciales cambiaban el mando de los poblados, trayendo consigo discordia e inestabilidad.
Durante los años 1815 a 1824 el poderío virreinal se mantuvo “estable” dentro de la zona del Alto Perú. Realmente seguía habiendo excursiones bélicas por parte de los ejércitos argentinos a favor de la idea independentista, empero, los realistas no dejaron de hacer presente la potencia de su fuerza dominadora.
Aquí entramos a un momento determinante en la historia de la actual República de Bolivia. Empezando la década de los años 20´s, aparece con una energía inagotable, el libertador Simón Bolívar, sus objetivos radicaban en hacer del continente americano un conjunto de países independientes y soberanos. Aquel hombre de origen venezolano conocía la situación que se vivía en el Alto Perú, por lo cual se decidió a emprender una campaña de ayuda para lograr la emancipación de los pueblos sudamericanos3. Corría el año de 1824 cuando después de largas batallas y movimientos políticos, se logró derrotar al dominio virreinal de Lima, ahora se había logrado la capitulación del Virrey La Serna.
¿Qué seguía en el plan de liberación? Durante los primeros meses de 1825, los generales José Miguel Lanza y Antonio José de Sucre, bajo las órdenes de Bolívar, penetraron en el territorio del Alto Perú; las pocas tropas realistas que aún dominaban la zona fueron derrotadas. Se procedió de inmediato a discutir cuál sería el nuevo estado político que guiaría el camino de la población; para ese fin se convocó a una asamblea de representantes, la cual, determinó que el Alto Perú sería absolutamente independiente no solo de España, también de las Provincias Unidas de Río de la Plata y de Perú.
Finalmente el 6 de agosto de 1825 fue declarada oficialmente la independencia de lo que ahora se llamaría República de Bolivia que sería sustentada por una constitución republicana firmada en mayo de 1826 por el libertador Simón Bolívar. Fue promulgada por el presidente José de Sucre en noviembre de aquel victorioso año.

1 El plan de sublevación se ejecutó el 16 de julio de 1809, éste día era reconocido porque se festejaba a la Virgen del Carmen. Fue un día especial que se aprovechó porque el ejército no estaba en guardia y la población se encontraba congregada en la plaza principal.
2 En la Junta de Buenos Aires se percibían dos tendencias ideológicas. La primera es moderada; no creía necesaria la separación del poder Español, al menos, no estaba de acuerdo con una ruptura precipitada. La segunda tendencia es la radical, aquella estaba en total acuerdo de hacer una independencia definitiva de la Corona europea, pero además, pretendía dar a Buenos Aires todo el dominio político.
3 Es importante aclarar que Bolívar no sólo se inspiró en la situación del Alto Perú, tomó en cuenta lo que se estaba viviendo de forma general en las regiones americanas que se encontraban subordinadas al poder del virrey La Serna.


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Ecuador


Las rebeliones en Ecuador comenzaron diez años antes que la rebelión de Tupac Amaru, una de ellas fue la de los indios de Patate en 1770, no sabemos mucho de las causas de éste levantamiento con tintes, por la zona no sería extraño pensar que los salasacas que hoy en día siguen siendo hostiles al hombre blanco hayan participado.
El siglo XVIII está lleno de éste tipo de levantamientos, es importante resaltar que los indígenas estaban especialmente indignados con el cura, a algunos los colgaban y a otros los enterraban vivos, a un hombre que cobraba los diezmos lo colgaron pero antes en su presencia violaron y mataron a su mujer e hijos y le sacaron los ojos.
Las sublevaciones eran solo producto de la ira de los indígenas no había ninguna exigencia de independencia dentro de éstas, sin embargo si existieron intelectuales indígenas aunque nunca dirigieron las rebeliones. La verdadera revolución no fue hecha por oprimidos y esclavos lo que provocó que solo hubiera un cambio de organización.
En 1809 se dio el primer levantamiento en Quito aunque cabe resaltar que éste no tenía ningún objetivo separatista, tan solo se quería organizar gobiernos que resistieran a las conquistas de Bonaparte.
Ambiciones y resentimientos políticos provocaron los levantamientos que buscaban la emancipación uno de los participantes fue Juan de Dios Morales, el capitán Salinas hiso que se descubrieran las conspiraciones y los participantes de éstas fueron recluidos en el convento de la Merced. El 10 de agosto de 1809 el presidente Ruiz de Castilla fue avisado de que en Quito se había establecido una Junta de Gobierno, integrada por representaciones barriales, que se negaba a aceptar el gobierno bonapartista.

La ambición de mando y la inexperiencia de los patriotas provoco que su proyecto se derrumbara, varios de sus hombres como Juan José Guerrero traicionaron a la Junta de Gobierno e intentaron hacer la contrarrevolución dentro de ésta. El movimiento de Quito fue conocido como La Luz de América, pues aunque la junta decía que solo duraría mientras se prolongara la invasión de Bonaparte, muchos de sus integrantes tenían el sueño de una patria libre. El 2 de agosto de 1810 los integrantes del movimiento de 1809 fueron fusilados.
En 1810 Carlos Montúfar reunió una nueva Junta de Gobierno que asumía sus derechos de soberanía y declaraba terminada la dependencia con la capital del virreinato. La reacción se encastilló en Popayan y en Cuenca, en enero de 1812 se junto la primera asamblea Constituyente que decretó la primera Constitución para el Quito independiente. En 1814 debido a las pugnas internas de los separatistas el ejército realista logró la victoria.
El 9 de octubre de 1820 marcó el inició de la verdadera independencia de Ecuador, la experiencia histórica enseñó a este movimiento que su principal objetivo debía ser la independencia, cabe mencionar que el levantamiento fue obra de una minoría blanca. Guayaquil pidió apoyo a Bolívar y así se logró la independencia en la cumbre del Pichincha, pero había que juntar las fuerzas políticas que dividía la geografía.
El 25 de junio de 1822 se anexaba Ecuador a Colombia sin ni siquiera preguntarle a Guayaquil, ese día fue cuando por primera vez se mencionó el nombre de Ecuador. Las castas feudales sentían repugnancia por el carácter popular que daba a la revolución Bolívar y a los indígenas les daba igual el rey que el libertador pues con los dos eran maltratados.
En mayo de 1830 Ecuador se desvincula de la unidad de la Gran Colombia con la ayuda de Juan José Flores, Bolívar murió el mismo año.

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Venezuela


En Venezuela las primeras peticiones de independencia comenzaron en 1808, pero fue hasta 1810 que se destituyó al capitán general cuando la Junta de Caracas se negaba a reconocer la autoridad de la corte española, aunque cabe resaltar que aún se reconocían los derechos de Fernando VII.
Así, se decidió enviar a Simón Bolívar a Inglaterra y a EU en busca de apoyo, Bolívar no logró su objetivo, pero en estos viajes fue donde conoció a Francisco de Miranda, un hombre que había intentado luchar por la independencia en repetidas ocasiones, después de esto comenzaron las campañas militares, en compañía de Antonio Nariño, para defender la independencia de la Confederación Americana de Venezuela, proclamada el 5 de julio de 1811.
En 1814 los españoles recuperaron el territorio y obligaron a Simón Bolívar a abandonar Venezuela, quien se embarco hacia Jamaica, donde escribió la carta de Jamaica, en la que decía que los criollos estaban separados a causa de las derrotas por la causa independentista.

En 1816, Bolívar inicia nuevamente la lucha por la independencia de Venezuela y de Nueva Granada.
La lucha de nueva Granada era dirigida por Antonio Nariño y había tenido algunos triunfos sobre las fuerzas realistas, aunque la lucha se iba a prolongar toda la década.
En agosto de 1819 Bolívar consiguió una victoria decisiva sobre las fuerzas españolas en el rio Boyacá, que resultó en la liberación de Nueva Granada, el 17 de diciembre de ese mismo año, se formó el Congreso de Angostura y se creó la República de la Gran Colombia, formada por Nueva Granada, el actual Panamá, Venezuela y Ecuador, en 1821 se hiso la primera constitución en la que se establecía una forma republicana de gobierno y a Bolívar como el primer presidente.
Después del 24 de junio de 1821en la batalla de Carabobo y de terminar con las últimas fuerzas realistas en Perú la independencia de Venezuela fue declarada., España la reconoció hasta el 30 de marzo de 1845.

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Argentina


La opinión pública de Buenos Aires estaba bien informada de lo que ocurría en la Península, debido a las publicaciones en Argentina, éstas se resumían en repugnancia a los franceses y gran fidelidad a Fernando VII. España estaba por perderse y había que comenzar a considerar la Independencia.
Debido a la creciente agitación el Virrey permitió celebrar un cabildo abierto y los jefes militares como Saavedra le quitaron la autoridad. El cabildo habló acerca de la soberanía, la capital debía cambiar de autoridad y luego ésta debía ser aprobada por las provincias.
La autoridad recayó en el Cabildo, en lo que se formaba una junta, sin embargo Saavedra dejó claro que quien concedía la autoridad era el pueblo. El 25 de mayo de 1810 el Cabildo se reunió con los jefes militares quienes dijeron que el disgusto social había crecido demasiado y que no podían sostener al gobierno ni a ellos mismos, así se formó la Junta.
Entonces, en Buenos Aires se produjo un cambio trascendental sin necesidad de un levantamiento armado, se había establecido un nuevo gobierno. La Junta seguía el ejemplo de los españoles y había considerado reunir un Congreso para dictar una constitución.
En diciembre, Funes publicó tres escritos en los que decía que América debía buscar su libertad y por eso se debía hacer una constitución.
La Junta había comenzado con un peligroso centralismo, pero ese no sería su único problema, en España se había designado a Elío como virrey del Río de la Plata, los miembros de la Junta hicieron público su rechazo y el virrey los declaró rebeldes y bloqueó el puerto, con varios problemas la Junta decidió que era mejor disolverse.
Así, se creó un Triunvirato y los diputados provinciales formaron la Junta Conservadora de la Soberanía en 1811, la cual fue disuelta. El Triunvirato buscaba gobernar desde la capital y para la capital.

Buenos Aires, comenzó a recibir la palabra de un luchador joven llamado Bernardo Monteagudo, quien atacaba el pasado colonial y defendía fervientemente el republicanismo, éste joven recibió la represión del Triunvirato, el cual clausuraba los periódicos que él fundaba.
El 8 de octubre de 1812 la plaza mayor estuvo ocupada por el Regimiento de Granaderos que exigía el nombramiento de un nuevo Triunvirato, ya que el vigente era totalmente rechazado por la sociedad.
Al fin en 1813 se junta una asamblea para dictar una nueva constitución tomando como ejemplo la de Cádiz, con esta decisión se buscaba crear una nación, se otorgó el ejecutivo al Triunvirato hasta que se terminara la Constitución.
Sin embargo la asamblea falló en sus principales objetivos, no declaró la independencia y buscó negociar con España.
Con el regreso de Fernando VII al poder la Asamblea se disolvió y se creó una Comisión Permanente, se restablecerían relaciones con España si ésta reconocía el gobierno autónomo.
Las provincias buscaban promover una igualdad política para afianzar la libertad del Estado, es importante resaltar que para éste momento Argentina no había declarado la independencia pero había hecho uso de su soberanía, lo que representaba un problema para España, sin embargo había autoridades que le escribían al rey para declararle su fidelidad.
Debe mencionarse que con excepción de los comerciantes ingleses y de la oligarquía, el ideal de todo el país, para éste momento, es el de conseguir la Independencia y que se dicte una Constitución
Con la Revolución Federal de 1815, Alvear logró que se estableciera una Junta de Observación que limitara el poder del ejecutivo y así las provincias pudieran tener una mayor participación en la política.
En 1816 la revolución de Rio de la Plata era la única con éxito y con tintes independentistas en América, se decía que la crisis económica que la había provocado era a causa de dar varios beneficios a los comerciantes extranjeros y ningunos o pocos a los nacionales.
En 1816 se instaló el Congreso de Tucumán que debía establecer, de una vez el destino de la patria, esa reunión debía declara la independencia a pesar de la desunión que dominaba en el país.
Y al final el 9 de julio de 1816, triunfó la Independencia establecida por el Congreso, ahora solo hacía falta encontrar la forma de gobierno.

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Colombia



Corría el año de 1809, cuando la ciudad de Santafé, Colombia1 recibió noticias a propósito de las rebeliones insurgentes que habían brotado en Quito. Las autoridades coloniales que con gran atención observaban estos acontecimientos, sintieron amenazada la estabilidad de su poder, temían que las ideas emancipadoras se propagaran en todo el territorio del Reino de Nueva Granada. La primera reacción que tuvieron frente a tal amenaza, fue la de convocar una Junta de notables para discutir cuáles serían las medidas que se tomarían para combatir con éxito los posibles intentos libertadores que pudieran surgir dentro la de la región colombiana. Sin embargo, el destino paradójico hizo que al mismo tiempo que se llevaba a cabo la Junta, los líderes libertarios se organizaran para dar el golpe que comenzaría con la lucha por la soberanía.
Para finales de enero de 1810 la Junta se disolvió y se propuso un Gobierno de Regencia que no tenía la finalidad de independizarse de la corona española; empero, los deseos de otra parte de la población por conformarse como una nación libre, se avivaron con más fuerza. No podemos dejar de mencionar que la crisis política que se vivía en España era otro factor que ponía en duda el éxito de los intentos por conservar el sistema monárquico en Colombia. Aunque en la península se estaba organizando una forma de gobierno más “constitucional”, los gobernantes en el Reino de Nueva Granada se aferraban a vivir en un sistema gubernamental más hermético pero que permitiera el desarrollo de los privilegios de las clases acomodadas.
Frente a tales ajetreos políticos, es necesario señalar que incluso dentro de las élites del poder en Colombia, existían disputas y diferencias de opiniones sobre cómo debía estructurarse el nuevo sistema de gobierno ahora que España se encontraba bajo la dominación napoleónica. La crisis social estaba en su máximo apogeo; había problemas con la península, había problemas entre los gobernantes de Colombia y había una inconformidad popular por la incertidumbre e inestabilidad que se vivía en aquel territorio americano. A partir de aquellos instantes la hostilidad que la población sentía hacia el gobierno de Nueva Granada, motivó la explosión de movimientos armados que buscaban hacer la independencia de la región colombiana.
Como en el inicio de casi todas las independencias hispanoamericanas, la población necesitada de Colombia no buscó separarse totalmente de España, más bien quería quitarse el yugo de los gobernantes colonialistas que hacían una fuerte opresión a sus deseos de igualdad y superación, ¿y aquella situación permaneció siempre así? No. Una vez que se decidió a dar el golpe mortal de la independencia colombiana un 20 de julio de 1810, los insurgentes matizaron sus deseos políticos con principios democráticos y republicanos; mas aún, para llevar a cabo el plan libertario, no fue necesario derramar ni una gota de sangre compatriota, bastó con ejercer una enérgica presión social sobre los hombros del virrey y su séquito de hombres dominantes.

Fue un inicio libertario que se vivió en Santafé, que aunque pasó como limpio y exitoso, no dejó de ser insípido e inestable. Aun después de la Declaración de Independencia en julio de 1810, el gobierno se mantuvo en las manos restringidas de ciertos privilegiados; sin duda alguna hubo grandes cambios en la dinámica de gobernación; sin embargo, la soberanía que se pregonaba sólo se mantuvo en calidad de abstracción y sueño. Estas ambiguas circunstancias provocaron nuevos movimientos rebeldes que tenían como meta principal establecer un sistema republicano entero y sin excepciones. No pretendemos decir que el triunfo del 20 de julio no fue una movilización completa por la libertad de la nación, sólo aseguramos que fue el inicio de una forma de gobierno que estaba lejos de consolidarse de manera totalmente satisfactoria.
Vino una época de luchas internas, había facciones políticas que pretendían imponer alguna forma de república específica, ya fuera centralista o federalista; no sólo eso, cada provincia que componía el territorio de Nueva Granada quería su propia emancipación para poder hacerse cargo de sus propias problemáticas. Bajo este panorama el tiempo corrió, y Fernando VII recuperó la libertad que le fue arrebata por Napoleón Bonaparte.
¿Qué siguió a continuación? El ahora rey libre de España quiso recuperar sus dominios americanos. Para 1816 bajo una expedición europea encabezada por Morillo, la región de Nueva Granada fue reconquistada y la gubernatura virreinal restablecida. A este periodo nuevamente colonial se le conoció como “El régimen del Terror”. No se hicieron esperar las reacciones patrióticas que ahora tenían más vigor y mostraban más desacuerdo con el nuevo sistema impuesto. Pasarían tres años de sufrimiento y esclavitud, hasta que finalmente el 7 de agosto de 1819, las huestes emancipadoras en cabezadas por el gran héroe Simón Bolívar derrocaron al poder español que atormentaba la vida colombiana; surgió de entre la sangre y el fuego el triunfo de causa republicana. A partir de aquel momento, el Reino de Nueva Granada se trasformó en la República de la Gran Colombia.
Para concretar aquel éxito libertador, el 30 de agosto de 1821 se declaró la primera Constitución colombiana y por supuesto, Simón Bolívar fue el primer presidente.

1 En tiempos coloniales Colombia fue mejor conocida como el Nuevo Reino de Nueva Granada, y se constituía por los territorios que hoy conocemos como Ecuador, Venezuela y Panamá


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México


México es una Nación que declara su independencia en 1810, y aunque no fue consumada sino hasta 1821, el inicio es considerado como la parte más representativa del movimiento independentista.
Antes de comenzar con el relato de los hechos históricos en sí, es necesario hacer una pregunta básica para poder entender los fundamentos de la guerra emancipadora: ¿realmente comenzó el movimiento libertador en septiembre de 1810 como se expresa oficialmente en los relatos históricos? No precisamente. Las ideas por la liberación de México ya se vislumbraban, con mayor fuerza, en 1808. Con la abdicación de la Corona Española a favor del dominio napoleónico, la población criolla del territorio mexicano comenzó a formar un proyecto que conformara un gobierno provisional que tuviera como líder al virrey Iturrigaray; ¿con qué objetivo? Con el objetivo de regir al territorio de Nueva España de manera “independiente”1 al poder peninsular napoleónico mientras se estabilizaba nuevamente el mando español en Europa. Aquel proyecto quería impulsar el desarrollo económico de “México” sin tener que rendir cuentas –repito- a una corona extranjera; sin embargo, esta situación fue malinterpretada en España, pensó el grupo peninsular que el virrey Iturrigaray juntó con Juan Francisco de Azcárate, Francisco Primo de Verdad y Ramos etc. querían tomar las riendas gubernamentales dejando de lado a la autoridad española.
Este primer intento independentista, si se le puede llamar así, fue reprimido por las manos españolas, el virrey fue destituido y en su lugar llegó Pedro Garibay; empero, aquel intento reprimido no vaciló, al contrario se fortaleció, los criollos no cesaron en su intento de libertad aprovechando la mala posición de España por la intervención de Napoleón Bonaparte.
Conforme pasó el tiempo se fueron formando guerrillas en toda la demarcación de Nueva España; durante 1809 y 1810 surgieron proyectos de movilización emancipadora pero sin llegar a concretar un éxito total, ¿total? Efectivamente, el triunfo de aquellos intentos de libertad radicó en la simiente que empezó a formularse en las mentes de los mexicanos, ahora emergían con más potencia los deseos de probar una Nación libre.


De todos los levantamientos que se experimentaron fue uno el que sobresalió por su vigor y prolongación: la conspiración de Querétaro. Aquel plan de libertad fue encabezado por Ignacio Allende, Juan e Ignacio Aldama, Josefa Ortíz de Domínguez y Miguel Hidalgo, hubo sin duda más personajes participantes pero ellos fueron los más representativos. Este movimiento insurgente se venía planeando desde tiempo atrás, pretendía que Nueva España se gobernara directamente por las manos de un rey español, en éste caso, el trono sería ofrecido al preso Fernando VII; además, los ahora insurgentes querían luchar por más oportunidades de desarrollo para las clases más pobres. Todo se tenía aparentemente previsto; es decir, se había planeado cómo se ejecutarían las batallas, cuándo empezarían, cómo se distribuirían etc.; empero, por una denuncia a las fuerzas realistas, los insurgentes tuvieron que precipitar el comienzo de la revuelta, y finalmente la madrugada del 16 de septiembre de 1810, Hidalgo, Allende y Aldama invocaron a la población civil de Dolores para que se unieran a la lucha por la emancipación.
El banderazo estaba dado, ya no había marcha atrás, aquella precipita decisión de los libertadores era para salvar la existencia del plan independentista; la lamentable consecuencia de esta improvisación fue que dentro de las huestes insurgentes no había absolutamente nada de organización, la mayoría de los militantes eran civiles que nada tenían de experiencia en las artes militares; aún así el pueblo se lanzó a la lucha; sin embargo, tenemos que afirmar que estos primeros brotes rebeldes muchas veces se limitaban a ser actos de bandidaje y violación a los derechos ajenos. Como ejemplo podemos mencionar el caso de la masacre en la Alhóndiga de Granaditas.
Así fueron pasando los días y los insurgentes con sus altas y bajas fueron tomando diversas ciudades de la Nueva España. Ya se poseía el control de los principales centro de poder, sólo faltaba tomar la ciudad de México; empero, cuando la insurgencia tenía el paso libre para tomarla, el cura Hidalgo simplemente dijo –no-. Hasta hoy nadie entiende las razones, el triunfo estuvo en sus manos pero lo dejaron ir. A partir de aquella sorpresiva ocasión, las diferencias entre los líderes libertadores se acentuaron y las derrotas se hicieron inminentes frente al General realista Félix María Calleja.

El ciudadano Miguel Hidalgo y Costilla


Para el 26 de junio de 1811 fueron ejecutados Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez; fue cuestión de un mes más para que la cabeza de Hidalgo también colgara de una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas. Esta denigrante acción permaneció durante todo el periodo de lucha independentista.
A continuación viene una época de transición muy importante para la lucha insurgente en México. Contrario a lo que pudo pensar el poder virreinal, la insurgencia no había muerto, la semilla de la libertad comenzaba a germinar y venían tiempos más complejos; desde Carácuaro, Michoacán surgió con energía vigorazo la figura de José María Morelos y Pavón. Aquel era un cura de pueblo humilde pero que supo organizar y disciplinar a las huestes libertadoras en el sur. De 1811 a 1815, Morelos fue un guerrero implacable. Cuando comenzó su lucha, bajo la petición previa de su maestro Hidalgo, sus ideales motores tenían como objetivo establecer una monarquía propia en México; sin embargo, por el desarrollo de los hechos2 y por su madurez ideológica, determinó que el territorio de Nueva España debía gobernarse por medio de una república libre y soberana; tanto llegó a pensarlo junto con sus compañeros de batalla, que para el 22 de octubre de 1814 se declaró la primera constitución republicana en México que fue mejor conocida como: la Constitución de Apatzingán.
Sus arduos intentos por establecer aquella forma de gobierno, no llegaron a “cuajar” mientras estuvo vivo, de hecho la constitución sólo quedó como un recuerdo en el imaginario mexicano.
Llegamos a 1815, año trágico en el cual fue aprehendido y ejecutado José María Morelos y Pavón, o mejor dicho, el siervo de la Nación. Una vez más se dio por muerta la lucha independentista; empero, nuevamente quedaron hombres que aún quería la libertad del territorio mexicano. La conciencia independentista ya se había enraizado en la mente americana, cada vez se oían más las noticias sobre las batallas libertarias en América Central y del Sur, esta situación de brotes emancipadores no dejaba de motivar los deseos mexicanos que buscaban ser una nación soberana.
De 1815 a 1819 hubo un ambiente de relativa paz para la Nueva España, en este tiempo no surgieron movimientos fuertes que pusieran en peligro la estabilidad del poder virreinal. Fue mas bien en 1820 cuando en España comenzaron una serie de rebeliones que pretendían restablecer la vigencia de la Constitución de Cádiz, otra vez se veía venir una época de conflictos, y como consecuencia Nueva España tenía que estar alerta por cualquier oportunidad que los insurgentes quisieran aprovechar, sólo necesitaban un pequeño “empujón” para reavivar las inconformidades y la hostilidad hacia el sistema gubernamental.
El virrey Apodaca se quiso prevenir y encargó al General Agustín de Iturbide que peleara contra “la última” tropa rebelde liderada por Vicente Guerrero, con esto, se buscaba la entera pacificación del país; sin embargo, el destino le tenía una sorpresa más al poderío español. En un principio Iturbide trató de ejecutar las órdenes del virrey, pero al ver que su derrota se venía sin titubeos, decidió “a última hora” convertir su desgracia en un triunfo político, ¿cómo lo iba a llevar a cabo?, de una manera muy sencilla; se unió al bando libertador y firmó con Vicente Guerrero una alianza política que los unió en un ejército conocido como: el Ejército de las Tres Garantías. Al virrey Apodaca ya no le tocó lidiar con este problema, fue O´Donojú el nuevo virrey que no tuvo otra opción más que aceptar la independencia de México. El 24 de agosto de 1821 se firmaron los tratados de Córdoba donde se reconocía a México como una nación libre y soberana. Finalmente el 27 de septiembre de ese mismo año, hizo su entrada triunfal el Ejército de las Tres Garantías a la Ciudad de México.

1 “Independiente” debe entenderse como que se buscaba cierta libertad de gobierno en Nueva España pero sin desligarse completamente de la península.
2 Un ejemplo de estos hechos es el absolutismo impuesto por Fernando VII cuando retomó el poder.


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Chile


La lucha independentista en Chile comenzó cuando se rompió el vínculo jurídico que unía a las colonias y a la corona española, debido a esto los criollos intentaron construir un gobierno autónomo.
Don Mateo de Toro y Zambrano, un hombre que se había enriquecido en la agricultura, representaba las aspiraciones de quienes deseaban un cambio profundo en el orden de las cosas.
El 18 de septiembre de 1810, en un Cabildo Abierto, se formó la Primera Junta Gubernativa, integrada por siete miembros, donde predominó el elemento criollo y su personalidad más vigorosa fue Juan Martínez, y su objetivo era afianzar y legitimar la autonomía política.

Las primeras medidas que tomó la junta fueron de carácter militar, querían organizar una fuerza que fuera capaz de resistir agresiones del exterior, también se abrió el comercio a países extranjeros y se convocó a un congreso general en el que participarían todas las provincias.
Desde un principio Chile se vio presionado por Lima y por Buenos Aíres, el primero; había manifestado su fidelidad al primer régimen y el segundo; a favor de crear una autoridad propia.
El 4 de julio de 1811, se reunió la primera asamblea deliberante, llamada el Congreso del año 1811, en la que hubo tres tendencias, una partidaria de reformas, otra que buscaba un gobierno conciliador, y la última que buscaba seguir bajo el mando de la corona.
El Congreso, que resultó ser débil e ineficaz, se disolvió por un golpe militar que dio José Miguel Carrera y su hermano, quienes buscaban seguir la vía reformista. Así se formó una Junta Gubernativa liderada por él, la cual encargo la primera imprenta y comenzó a redactar La Aurora de Chile, en 1812, también en éstos días se hace el Reglamento Constitucional de 1812, donde se reconocía a Fernando VII como soberano, siempre y cuando aceptara la constitución del pueblo chileno. A pesar del golpe militar, la estabilidad política seguía siendo inestable y aún había reservas para declarar la independencia.
Al desaparecer La Aurora de Chile surgió El Monitor Araucano, en cuyas páginas, la hostilidad a España aumentó, y no se volvió a mencionar el nombre de Fernando VII.
Este periodo de historia en Chile es llamado Patria Vieja, en el que surgió la lucha de facciones entre los partidarios de O´Higgins y los de Miguel Carrera, donde al final Carrera estableció una dictadura.
A principios de 1815 el absolutismo había triunfado y apenas no había llegado a las Provincias Unidas del Río de la Plata, el periodo reaccionario en Chile no fue de larga duración y el 12 de febrero de 1817 volvió a brillar el ideal republicano.
Un año después, el 12 de febrero de 1818, se selló la independencia política de Chile, se abatió para siempre a las fuerzas españolas y se verificó la proclamación y jura del acta de Independencia de Chile, lo que llevó a la nación a la vida libre e independiente.

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Cuba


1808.- En España comienza un movimiento contra Napoleón y en Cuba se propone una Junta de Gobierno provisional sin éxito.
1810 Cuba se opone a la esclavitud y se descubre el primer intento de independencia liderado por Román de la Luz.
1812 Fracasa la sublevación de Aponte contra la esclavitud y sus líderes son condenados a muerte, sus cabezas son exhibidas en público como ejemplo
1823 Se descubre la conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar y se establece el absolutismo
1826 México y Colombia dejan de pelear por el dominio de Cuba y acaban las esperanzas de ayudar a terminar el dominio español en la isla.

1830 Con el descubrimiento de la conspiración del Águila Negra acaban los esfuerzos independentistas
1836 Motín de La Granja y Constitución de 1812. Movimiento constitucionalista sofocado.
1848 El presidente de EU ofrece comprar Cuba por 100 millones de dólares
1852 Últimos movimientos de independencia y de anexión
1871 Fusilamiento de ocho estudiantes de medicina y destierro de Martí a España.
1880 Abolición de esclavitud
1895 Comienza la segunda guerra de Independencia
1899 España entrega el gobierno de Cuba a EU

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Paraguay


Desde la expulsión de los jesuitas, los guaraníes oscilaron entre tratar de mantener la permanencia o el retorno de los religiosos y aceptar los Principios de Bucarelli, sin embargo, las autoridades españolas fueron rechazadas con movimientos pacíficos. Pues a quienes obedecían los indígenas, era a los misioneros y las autoridades laicas representaban un mundo extraño.
La gradual desaparición del sistema de seguridad económica colectiva había disgregado el espíritu de solidaridad comunal y las familias comenzaron a cuidar sus propios intereses.
Los religiosos que precedieron a los jesuitas, no estaban bien preparados y no lograban establecer una relación con los indígenas, aunque quienes lo lograban, era inmediatamente adoptados como consejeros, quienes entraron en conflicto con los gobernantes.

Después de la expulsión de la Compañía de Jesús, muchos indígenas decidieron emigrar a Buenos Aires, Montevideo, Asunción y Santa Fe, lugares en los que su calidad de artistas fue apreciada, inclusive por los criollos.
En 1810 Argentina declaró su independencia y los guaraníes ayudaron al general Belgrano en su campaña en Paraguay, luchando en Paraguarí, contra, los españoles, en donde Yapeyú estuvo presente con cuatro compañías a su mando.
Entre el 14 y 15 de mayo de 1811, Paraguay declaró su independencia tanto de Argentina como de España y ocupó las Reducciones del Paraná.
Después los guaraníes apoyarían al mismo general en 1812 y 1813. Elementos de Yapeyú, Concepción y Candelaria fueron integrados al regimiento de Granaderos a caballo y al regimiento de infantería América.

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El Salvador


El Salvador, antes conocido como San Salvador, fue cuna de uno de los movimientos más radicales de Independencia, las primeras revueltas registradas se dieron entre 1811 y 1814 a causa de la usurpación de tierras, impuestos y violación de las reglas institucionales.
En San Salvador, se sufría constantemente el abuso del arzobispado de Guatemala a cargo de Ramón Casus, cuyo nombramiento había despertado varias rebeliones y con la existencia de un rumor que anunciaba un levantamiento en San Salvador, el capitán José Bustamante y Guerra mandó varias tropas para que pudieran sofocar cualquier revuelta.
Hubo varios levantamientos en San Salvador entre noviembre y diciembre de 1811, pero lo que despertó varias protestas fue la aprehensión en Guatemala de uno de los hermanos Aguilar, el presbítero Manuel, estos hermanos, junto con José Matías Delgado, se habían destacado por su iniciativa para cambiar la situación reinante.
Los hermanos Aguilar y Delgado conjugaban su papel de religiosos con su posición como criollos, así no podían quebrantar las normas impuestas por la Iglesia, y sus intereses económicos los empujaban a luchar por la autonomía, por ésta situación estos dos hombres impusieron varios limites a los movimientos de liberación
Una noche un grupo de salvadoreños decidió protestar por la detención de Manuel Aguilar y el intendente se negó a responsabilizarse lo que provocó que el rechazó a los peninsulares creciera rápidamente, igual que el movimiento de oposición
A pesar de los esfuerzos de los españoles comenzaron las subversiones, algunas poblaciones se levantaron y otras escribieron cartas a la capital reafirmando su lealtad. Los mestizos y criollos sublevados alcanzaban un gran número y exigían la eliminación de impuestos. El capitán general mandó a San Salvador a dos criollos guatemaltecos, y uno de ellos fue elegido intendente, lo que logró estabilizar la situación un tiempo.

Aun así el intendente criollo José María Peinado, se enfrentó a varios movimientos de oposición y entre 1812 y 1813 que las demandas se acrecentaron, el intendente decidió formar un cuerpo especial de represión al que llamó “voluntarios honrados de Fernando VII”.
Los comicios en San Salvador apoyaban al movimiento de oposición y Peinado debió anular tres votaciones, aunque la cuarta vez que ganaron los rebeldes debió aceptarlo y así fue como uno de los mestizos más destacados de los levantamientos de 1811 llegó al poder, su nombre era Pedro Pablo Castillo, quien enfrentó una nueva confrontación con el régimen colonial, Castillo exigía la liberación de dos alcaldes de distrito que el intendente había detenido.
Después de la liberación de los alcaldes, el movimiento opositor comenzó a fraccionarse pues los criollos consideraron que no conseguirían ningún logro más, pues al exigir el desarme de voluntarios la represión se extendió y Castillo se fugó a Jamaica.
San Salvador se unió a Guatemala para intentar lograr la independencia absoluta de Centroamérica, La noticia de la independencia de México llegó a San Salvador el 21 de septiembre de 1821, el mismo día se aceptó el Acta y el manifiesto del jefe político Gainza, la intendencia quedó a cargo de Pedro Barreire quien más adelante se hizo intendente.
Después de esto se eligió a una junta subalterna que debía eliminar a las autoridades peninsulares, la declaración de Independencia hizo que Barreire temiera que la junta tomara el poder y encarceló a sus líderes más notorios, Guatemala envió al padre Delgado para atender la crisis quien hizo que Barriere se retirara del puesto lo que terminó con el dominio colonial español, el 15 de septiembre de 1821.
El 5 de enero de 1822 Guatemala decidió anexarse a México a lo que San Salvador se negó y se decidió a defender la autonomía provincial, en el periodo en que se mantuvo la anexión San Salvador estuvo en guerra.
Delgado decidió anexionarse a los Estados Unidos y mandó a una comisión a pedir la anexión oficialmente la cual nunca lograría su cometido, se buscaba la anexión para así poder lograr los ideales de libertad y democracia.

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Perú


La vida colonial en el antiguo Perú era generalmente tranquila, solo era interrumpida por algunos terremotos y rebeliones, que brotaban debido a que la burguesía local estaba harta de las leyes mercantilistas de la corona, que prohibían el libre comercio.
El malestar de la clase burguesa, la marcada diferencia de clases, el esclavismo y la pobreza, provocó el primer levantamiento importante, la rebelión independentista de Tupac Amaru en 1780, sin embargo éste fue fuertemente reprimido, pues todos sus participantes y quienes simpatizaban con la independencia fueron perseguidos y asesinados, lo que permitió mantener un virrey hasta 1821. Tupac Amaru fue brutalmente asesinado le cortaron la lengua, y le amarraron vivo a la cola de varios caballos a los cuales hicieron correr en distintas direcciones y le arrancaron la cabeza.

Entre 1806 y 1816, José Fernando de Abascal ejerció su autoridad de virrey con vigor lo que provocó que en Perú no repercutiera la crisis española de 1808, aun así hubo varios brotes independentistas como el surgimiento del periódico liberal El Peruano, el levantamiento de Francisco Antonio de Zela, la destrucción de las cárceles de la Inquisición y la rebelión y represión del levantamiento de Pucamahua.
Cuando Chile y Argentina conquistaron su independencia, los libertadores de estos dos países tomaron la decisión de ayudar a que otros países conquistaran su libertad, así en 1818 el almirante chileno, Cochrane desembarcó en Pisco y el 28 de julio de 1821 José de San Martín entró a Lima y declaró la Independencia.

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Costa Rica


En 1810, cuando las insurrecciones comenzaban en Sudamérica, la junta de Guatemala reafirmó su lealtad a la Corona y comenzó a enviar diputados para las cortes que se celebrarían en Cádiz.
Los diputados participaron activamente en la redacción de la Constitución de Cádiz y una de las participaciones más memorables fue de Costa Rica por parte del canónigo Florencio del Castillo.
Con la constitución, los centroamericanos tenían la esperanza de establecer una nueva relación entre la metrópoli y la colonia pero en 1814 cuando Fernando VII vuelve al poder termina aboliendo la constitución.
Después de esto hubo varios vaivenes entre constitucionalismo y absolutismo, el 15 de septiembre de 1821, el Ayuntamiento de Guatemala decidió declarar la Independencia y juntarse más adelante para debatir sobre la anexión a México.

El 1 de diciembre se promulgó el Pacto Social Interino, mejor conocido como Pacto de Concordia, en donde se reconocía el derecho de Costa Rica a constituir una nueva forma de gobierno, se reconocía los derechos de los habitantes y más adelante se decidiría a qué estado se iba a adherir. El gobierno quedó a cargo de una Junta Superior Gubernativa, la primera tomó el poder el 13 de enero de 1822.
Costa Rica aprobó la anexión a México, aunque cabe resaltar que nunca hicieron el juramento de lealtad a Iturbide, la anexión provocó enfrentamientos armados entre imperialistas y republicanos y el 5 de abril de 1823 se venció a los partidarios de la anexión y después se supo que el 19 de marzo Iturbide había sido obligado a renunciar como emperador.
El 1 de julio de 1823 la Asamblea Nacional Constituyente, reunida en Guatemala, proclamó la independencia absoluta del reino de Guatemala y en marzo de 1824 Costa Rica quedó formalmente agregada a las Provincias Unidas.
En 1838 Costa Rica se separó de las Provincias Unidas después de un intento de invasión y algunos levantamientos armados, hasta que el 31 de agosto de 1848 se proclamó la República de Costa Rica.

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Guatemala


La Capitanía General de Guatemala1 al igual que el resto de las colonias hispanoamericanas, buscó durante el siglo XIX una independencia de la Corona Española que le permitiera gobernarse por sí misma para cuidar sus propios intereses e impulsar el progreso económico individual.
Sin perder la historia fundamental que ha caracterizado a otras independencias, debemos señalar que Guatemala en los inicios de las luchas independentistas (de 1808 a 1812) era una región que quería permanecer a las órdenes de la Corona española. Según las élites que poseían el poder gubernamental, la monarquía peninsular les permitía poseer ciertos privilegios sociales y económicos dentro de la propia colonia, y aunque el pueblo estaba en condiciones de “desarrollo” deplorables, las clases sociales acomodadas aseguraban que el sistema de estado en que vivían no era tan inadecuado. Sin embargo, esta situación de “pasividad” en la población no sería muy prolongada. En 1812, la Capitanía de Guatemala comienza a sentir temor de que los ideales de emancipación desarrollados en México llegaran a su territorio que tendía a favorecer al sistema colonialista. Sus intuiciones no estaban tan equivocadas, pues para el año siguiente, Guatemala viviría un intento de rebelión por parte de un grupo de clérigos, abogados, médicos y militares que pretendían buscar la libertad y la soberanía de su tierra natal. Tenemos que reconocer que este movimiento fue totalmente reprimido; empero, también debemos destacar que no murió ahí la causa libertadora.
De 1814 a 1817, la política de Fernando VII provocó que en Guatemala se vivieran momentos de alta represión, aparentemente se mantenía un orden que reflejaba la “estabilidad” del aparato monárquico peninsular. ¿Hasta qué punto hubo realmente una tranquilidad política en la Capitanía? A decir verdad nunca hubo un fallecimiento absoluto de deseos emancipadores en las tierras del centro de América; aunque la capital de Guatemala estaba asentada, las otras localidades que componían a la colonia centroamericana se encontraban en constante lucha por convertir sus territorios subyugados en naciones republicanas.
Para 1817 llegó a gobernar el Capitán Carlos Urrutia y Montoya que debido a su edad avanzada, no aplicó la mano estricta del orden; por fin la capital de Guatemala pudo dar a conocer de cierta manera su interés por independizarse de España. Tres años después y aún con Don Carlos en el poder, Guatemala experimentó con más fuerza un tiempo de descontento popular; ya se dejaba entrever que la sociedad no estaba bien y que la política no era tan estable como se pretendía proyectar.
Con las guerras internas de España y con los movimientos emancipadores de América, la Capitanía General de Guatemala no tuvo más remedio que declarar su independencia un 15 de septiembre de 1821. Fue México el principal elemento que influyó para que Centroamérica decidiera declararse libre2.
¿Y qué pasó después de que España dejó de dominar a Guatemala? Nada. Las cuestiones políticas no cambiaron ni siquiera de líderes; las clases acomodadas continuaron con sus privilegios y los pobres siguieron estando desamparados. La oligarquía que poseía el poder en el periodo colonial siguió en el territorio “libre y soberano”.

¿Y entonces qué pasó con este “sincambio”? Guatemala se anexó al Imperio de Iturbide. La oligarquía reinante creyó necesario contar con el respaldo de un rey para conservar sus privilegios económicos. Honduras, San Salvador, Chiapas y Nicaragua seguían siendo hostiles a la capital de Guatemala, se necesitaba entonces un poder mediador que ayudara a reprimir los movimientos más radicales que buscaban en serio una república. Este apoyo en la monarquía de México, fue un deseo más colonialista y conservador, que al final de cuentas no triunfó en lo absoluto. Para 1823, el risible reinado de Agustín de Iturbide cayó derrotado por las manos republicanas del General Antonio López de Santa Anna. Como es lógico, Guatemala no tuvo más remedio que declararse una vez más independiente, esto aconteció un 1 de julio de 1823.
Aquí tenemos que detenernos un momento y decir que Chiapas fue una localidad guatemalteca que no quiso seguir los pasos de su madre patria. Como actualmente sabemos, Chiapas decidió seguir adherida a México, pero ahora bajo el régimen republicano3. Esto trajo muchos problemas entre México y Guatemala durante todo el siglo XIX, y verdaderamente no se arreglaron sino hasta el gobierno de Justo Rufino Barrios.
Continuando con la historia de Guatemala, debemos decir que se hizo una Unión Centroamericana que englobó a todos los territorios que compusieron a la Capitanía General4, aunque todos ellos se formaron con independencias dispares, se intentó armar una “gran república” que no duró por mucho tiempo, cada población tenía sus propias necesidades, y ponerse de acuerdo en un gobierno muy general no traía los beneficios que se esperaban. Finalmente la unión Centroamericana se disolvió en 1842 y cada región manejó su gobierno como mejor le convino, claro es, Guatemala no fue la excepción.


1 La región americana que hoy denominamos República de Guatemala, durante el periodo colonial fue mejor conocida como: Capitanía General de Guatemala; en aquel tiempo se conformaba por los territorios de Chiapas, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Comayagua, Ciudad Real y León. Estos tres últimos se anexaron a la Capitanía durante el siglo XIX.
2 La declaración del plan de Iguala en México y las independencias del sur de América, hicieron que la aristocracia de Guatemala hiciera conciencia de que la Capitanía ya no podía ser colonia de España, ellos mismos que habían defendido el poder peninsular, tenían que proclamar la independencia si quería conservar el poder.
3 Esta decisión se hizo oficial el 14 de septiembre de 1824. El Soconusco fue la única parte de Chiapas que sí se quiso quedar como una región de Guatemala.
4 Hablamos de Costa Rica, Honduras, Nicaragua y El Salvador.


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Honduras


Cuando dominaba el poder español en América, no existía una división de “países”1 como lo entendemos actualmente en el territorio que hoy conocemos como la región Centroamericana, era más bien considerado como un solo reino, compuesto por diversas provincias, que estaba sujeto a la Corona española.
A continuación, nos centraremos en el caso de la independencia de la Provincia de Comayagua hoy República de Honduras.
Debido a la unidad política de Centroamérica en tiempos de la colonia, es necesario señalar que el proceso de emancipación respecto de la Corona Española, fue “el mismo” para la zona centroamericana, al menos, hasta 1821. Desde los inicios del siglo XIX y hasta el ya mencionado año 1821, la provincia de Comayagua disputaba con el resto del Reino guatemalteco una independencia política que le permitiera administrar sus propios bienes materiales y económicos; esta situación la reclamaba principalmente, una pequeña élite social. Durante éste tiempo, los ideales republicanos que pretendían una libertad política y económica absoluta, no estaban totalmente desarrollados, más bien se buscaba una separación de España, para que el mando y los privilegios de la dominación recayeran en las familias con un nivel social destacado. En aquellos reducidos grupos sociales encontramos a los criollos adinerados y a algunos peninsulares.
¿Y qué pasaba con el resto de la población? La opinión de los mestizos, mulatos e indígenas, no tenía un valor en sí; ya sea porque no se le tomaba en cuenta o porque no era expresada. Las masas populares servían más como instrumentos de movilización y presión política, que como ciudadanos pensantes con una opinión válida.

Durante este primer tercio del siglo XIX, Honduras vaciló entre el poder del centro guatemalteco y su independencia; es decir, había momentos en que su actividad política dependía de la Capitanía General de Guatemala y había otras ocasiones en que lograba organizarse individualmente por medio de una Junta Provincial; empero, es necesario destacar, que hasta 1821 sus decisiones gravitaron en torno a los deseos de la Corona española. Específicamente, fue el 15 de septiembre del año ya mencionado, cuando la región centroamericana (en general), se independizó del poderío español; sin embargo, esto sólo sirvió, para integrarse al Imperio de Iturbide.
Las oligarquías dominantes de Centroamérica tenían la esperanza de que uniéndose al Imperio mexicano, sus privilegios como élite especial serían respetados; creían que sin la presión de España, ellos podrían tomar el poder sin que México llegara a intervenir de forma determinante. Paralela a esta situación, podemos mencionar que ya se desarrollaban los enérgicos ideales republicanos, cada vez había más partidarios de que la Provincia de Comayagua se gobernara a sí misma sin necesidad de entregar cuentas a nadie. La sorpresa vino después; para el año de 1823 el Imperio de Iturbide fue derrocado por los alzamientos del General Antonio López de Santa Anna, Vicente Guerreo y Nicolás Bravo. Nuevamente Centroamérica se vio en la necesidad de un reacomodo político. ¿Cuál fue la solución? Independiente al poder mexicano, se creó la República Federal Centroamericana. ¿Ésta fue la acción definitiva para la paz en Centroamérica? No. Una vez que se organizó la República, los intereses localistas de las ex provincias se hicieron más notables; todos querían prioridades y beneficios, definitivamente más que una unión política sólida, la República inspiró el espíritu individualista de las regiones.
Después de varios años de lucha, desacuerdos, represiones y crisis, Honduras se convirtió en un Estado soberano e independiente un 23 de octubre de 1838. Para el año siguiente en el mes de enero, se promulgó la primera Constitución de la Nación hondureña con un carácter plenamente soberano.

1 El término “países” debe ser utilizado bajo la conciencia de que en la época colonial, éste concepto no se manejaba con la acepción actual, es más bien una palabra que por la circunstancia nos facilita el manejo del tema en el texto.


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Nicaragua



Los primeros brotes de independencia en Nicaragua ocurrieron entre noviembre de 1811 y abril de 1812, se caracterizaron por la alta participación de los indígenas y su marcado carácter popular, pues se buscaba mejorar las condiciones de vida de las comunidades indias, éstos movimientos no tuvieron éxito, pues fueron reprimidos con fuerza con la participación de las autoridades de Guatemala.
La Junta de Notables convocada por Guatemala declaró la independencia el 15 de septiembre de 1821, inmediatamente Centroamérica se anexó a México, pero por varios problemas se separó en 1823, cundo se promulga la independencia de Centroamérica y se le declara federación, sin embargo empiezan a surgir problemas como la preponderancia de Guatemala y Nicaragua se independiza el 30 de abril de 1838.

En 1853 sube al poder Frutos Chamorro, quien en 1854 proclama la nueva Constitución que le permite reelegirse por un periodo de 4 años, en respuesta, los liberales Máximo Jerez y Francisco Castellón reclutaron mercenarios para tener las fuerzas a su favor.
El estadounidense William Walker, llegó al país con varios mercenarios y tomó el poder en Nicaragua el gobierno de EU, reconoció rápidamente el mandato de Walker, pero la intervención extranjera ya no es nuestro tema.

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Panamá



Panamá fue una región aislada de las independencias americanas de principios del siglo XIX; es decir, pasó los primeros años de su vida decimonónica fiel al poderío español. El territorio panameño aunque sabía de la existencia de los ideales libertadores, no llegó a desarrollarlos como en otros lugares del continente americano. ¿A qué se debió esta situación de escepticismo libertario? Se puede deducir que la razón fundamental se derivó de los actores políticos que gobernaban el territorio; cuando Don Alejandro Hore llegó a ser gobernador de Panamá en los primeros años del siglo XIX, la política de gobernación se mostró rígida, absolutista y perseguidora de los que predicaban las ideas de emancipación. Ésta forma de dominio llevó a Panamá a ser un territorio con tendencias favorables a la Corona española. Las pocas manifestaciones que pretendían una independencia soberana eran reprimidas por la poca energía y el escaso apoyo de la población.
En 1819 surgieron las primeras luchas enérgicas que querían hacer del istmo una nación republicana; empero, estas manifestaciones libertadoras no vinieron directamente de la población panameña, más bien emanaron de los deseos e intereses ingleses y de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. El levantamiento no duró ni veinte días, las fuerzas realistas de Don Alejandro Hore recuperaron el dominio del Istmo para la mano de España.
El destino quiso que a mediados de 1820 la vida de Hore se extinguiera. En ese mismo tiempo llegó a suplirle el brigadier Pedro Ruiz de Porras; aquel hombre aunque también estaba a favor del poder peninsular, practicaba la tendencia constitucionalista, ¿qué significó esto para los panameños? Un cambio en la dinámica del sistema gubernativo, ahora el absolutismo se dispersaba y se abría paso un ambiente de tolerancia para las ideas políticas; a sí mismo, para la libertad de expresión. Comenzó una época de desarrollo para el pensamiento independentista, aunque con altas y bajas, la población de Panamá comenzaba a vivir con más intensidad la influencia libertaria.
Para el año siguiente la firmeza que presumía el poder español en Panamá comenzó a vacilar. Entre los pobladores del Istmo ya no existía un espíritu de fidelidad a España; Panamá estimaba que las oportunidades de crecer a partir del comercio ya no eran le eran suficientes; empezó sentir la frescura de la independencia y la soberanía que cada vez le atraían más.
A mediados de agosto de 1821 asumió el poder el mariscal Juan de la Cruz Murgeón; la Corona española le había prometido el puesto de virrey si lograba reconquistar el territorio granadino ocupado por las huestes insurgentes. Como era predecible la ambición no pudo esperar, y para octubre de aquel año, el mariscal salió rumbo a Ecuador para emprender las batallas de reconquista; sin embargo, las circunstancias hicieron que aquel acto fuera el principio del final de la dominación peninsular.
En Panamá habían quedado pocos soldados españoles para cuidar al territorio de la insurgencia, en contraparte, había una población deseosa de libertad pero que para conseguirla no quería derramar la más mínima gota de sangre. ¿Cómo pretendían los de Panamá lograr una independencia sin necesidad del derrame de sangre, cuando se encontraban frente a las tropas de Cataluña? La estrategia que siguieron los líderes libertadores fue muy curiosa: una vez que los soldados se encontraron solos cuidando el istmo, los cabecillas insurgentes, por medio de contactos internos, pagaron a los militares catalanes para que desertaran de la milicia y dejaran el territorio libre para consumar la independencia. Una vez que esta situación progresó, no hubo marchar atrás.

El poder de Panamá lo tomaron los panameños, y el 28 de noviembre de 1821, se hizo la Declaración de independencia. Aquí, y después de algunos procesos burocráticos, terminó el dominio español para el Istmo.
Cuando México supo de la emancipación panameña, Iturbide propuso que el territorio del Istmo fuera anexado a su imperio; sin embargo, los políticos de Panamá reflexionaron que adherirse al Imperio mexicano era como si sólo hubieran hecho un cambio de dueño; además, consideraban que la distancia que los separaba del territorio mexicano representaría un problema para gobernar. La invitación de Iturbide fue rotundamente rechaza.
No corrió con la misma suerte Colombia. Panamá después de su independencia creyó que debía cuidar su libertad uniéndose a un pueblo un poco más “poderoso” que garantizara sus derechos soberanos. La Gran Colombia fue una buena oportunidad y el gobierno panameño se unió voluntariamente a este sistema de gobierno. Después de algún tiempo la anexión dejó de ser una alternativa buena; tras varios intentos separatistas, Panamá se independizó el 3 de noviembre de 1903 declarándose una Nación libre y soberana.

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Brasil


La emancipación de Brasil es un caso muy especial e interesante.
A principios del siglo XIX la corona portuguesa soberana de Brasil, se vio amenazada por la invasión de Napoleón Bonaparte a la península Ibérica. La vida del regente don Juan (hijo de la reina María) y la familia real, no poseían garantías de seguridad en ningún aspecto, ni podían pensar en la estabilidad de su reinado. Tenían que tomar una decisión rápida y coherente que permitiera la sobrevivencia del poder portugués.
¿Cuál fue la decisión acordada?
La corona de Portugal decidió trasladar el poder real a su colonia americana, es decir, a Brasil. A partir de entonces, el territorio brasileño se convertía en el centro de poder portugués; el regente Juan acompañado de toda la Corte llegó a América en 1808. Desde aquel hecho, Brasil abría sus puertas al comercio y a la industria, vivió de cierta forma una estabilidad económica y social muy benéfica.
Una vez que fue derrotado Napoleón ya no había problema en regresar el poder central a Portugal; sin embargo, resultaba conflictivo trasladar nuevamente todo el mando, además era casi imposible restaurar el colonialismo de antes. Don Juan, decidió que no regresaría a Europa y concretó en Brasil la autoridad del reino; empero, para 1820 una revolución civil en Portugal orilló al (ahora) rey Juan VI a regresar a Lisboa, dejando el mando brasileño en manos de su hijo Pedro.

Una vez en Lisboa, las cortes portuguesas exigían reducir a Brasil a un estado de colonia nuevamente, como era de esperarse, el pueblo brasileño se organizó para armar movimientos independentistas, logrando que don Pedro aceptara dar el grito de Ipiranga el 7 de septiembre de 1822. De esta forma, Brasil se gobernó bajo un sistema de monarquía constitucional independiente de Portugal.
Pasó el tiempo y la monarquía reinó, pero no para siempre. En 1889 un golpe de estado militar provocó que el imperio cayera, estableciéndose así, un sistema republicano.

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Uruguay


La región sudamericana que hoy entendemos como República Oriental del Uruguay vivió durante el siglo XIX diversos niveles de emancipación ¿Con qué objetivo? Con la finalidad de construir una nación independiente con mejores oportunidades de trabajo y comercio que permitieran el desarrollo económico y político de la sociedad.
Pero, ¿por qué hemos dicho que vivió diferentes niveles de emancipación? Primero; porque fue en el año de 1808 cuando en Montevideo (ciudad principal de la Banda Oriental del Río de la Plata) se crea por primera vez una Junta de Gobierno que pretende tomar las riendas del poder independiente a la dominación virreinal; sin embargo, es fundamental aclarar que esta “independencia” no fue con el objetivo de separarse de la Corona española; sólo fue un recurso político de estabilidad mientras pasaba el ataque de las fuerzas napoleónicas en Europa y mientras liberaban al rey Fernando VII que se encontraba en prisión por órdenes de Napoleón Bonaparte. Esta decisión tan controvertida se derivó fundamentalmente por la enemistad del Virrey Don Santiago de Liniers (un hombre francés pero leal al reinado español) y el gobernador de Montevideo, Don Francisco Javier de Elío. Para el gobernador de origen español era difícil estar subordinado a las órdenes de un compatriota napoleónico, es decir, de un francés. Por otro lado, bien vale la pena mencionar que los intereses de expansión portuguesa en América, a partir del traslado de la Corona a Brasil, también representaban un peligro para el reinado español. Al final de cuentas, la Junta de Gobierno fue disuelta y Montevideo regresó a formar parte del Virreinato.
El segundo nivel de liberación se dio en 1811, cuando los “gauchos”1 decidieron buscar la separación definitiva de España, ahora sí podemos señalar una revolución armada que buscaba una entera independencia; el único conflicto que existía, era que el movimiento no poseía un plan político definido. ¿Contra quién se emprendía esta lucha si la misma Corona Española estaba desagarrada y débil? La lucha por la independencia, la tuvo que enfrentar Don Francisco Javier Elío que ahora se desempeñaba como Virrey; sin embargo, su capacidad militar no era tan fuerte como para resistir una embestida popular; se vio en la necesidad de pedir ayuda a un “vecino peligroso”: Brasil, bajo la tutela portuguesa ¿Los gauchos quedaron solos frente a Brasil? No, a las huestes revolucionarias se les unió la Junta de Buenos Aires; no hubo éxito en cuanto a los fines independentistas, pero sí se logró una pacificación entre la corona de Portugal y la Junta de Buenos Aires: firmaron un armisticio. Los gauchos siguieron su lucha pero ahora bajo los estandartes de la soberanía popular y la autonomía del pueblo con José Gervasio Artigas; ahora se poseía un perfil revolucionario que daba sentido a la lucha armada.
Para junio de 1814 el dominio español es completamente debilitado y entrega el mando de la ciudad principal: Montevideo. Ahora el poder de la Banda Oriental quedaba en manos de la Junta de Buenos Aires que había sido aliado interesado de las tropas artiguistas.
Una vez que Buenos Aires tomó las riendas del dominio, desconoció la participación del líder José Artigas, lo que provocó que los orientales volvieran a tomar las armas pero ahora en contra de la Junta de Buenos Aires. El 21 de marzo de 1815 la ciudad de Montevideo es recuperada por los combatientes orientales.
Hasta aquí ya se llevó a cabo otro nivel de emancipación pero, que aún no completa el cuadro de una total independencia soberana.


Mapa de la ex Banda Oriental


Ahora sin Buenos Aires ni España estorbando, Brasil se volvió un enemigo para la Provincia Oriental; en 1816 comenzaron los ataques portugueses hacia la ciudad de Montevideo; sin embargo, fue el 20 de enero de 1817 cuando el jefe portugués Carlos Federico Lecor se apoderó finalmente de la ciudad. ¿Qué seguía en el plan brasileño? El siguiente paso era anexar al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves todo el territorio de la Banda Oriental; éste acto se llevó a cabo en julio de 1820; al territorio integrado se le denominó Provincia Cisplatina.
El norte de lo que hoy conocemos como Uruguay fue dominado absolutamente por colonos portugueses, pero el sur, siempre tuvo un carácter más independiente que buscaba insaciablemente la soberanía autónoma. En 1825 el general Antonio Lavalleja y otros treinta y tres hombres uruguayos refugiados en Buenos Aires organizaron un ejército de dos mil soldados aproximadamente, tenían el objetivo de recuperar el territorio oriental; en esta ocasión contaron con el apoyo de la ciudad que los alojó.
El 25 de agosto de 1825 se elaboró la Declaración de Independencia y el 20 de febrero de 1827 se efectuó la batalla decisiva; “los treinta y tres orientales”2 derrotaron inminentemente a las tropas de Brasil en la zona de Ituzaingó. Finalmente el 27 de agosto de 1828 se firmó la Convención Preliminar de Paz entre el Imperio de Brasil y las Provincias Unidas de la Banda Oriental. A partir de aquí se hizo la independencia de la Cisplatina.


Óleo de Juan Manuel Blanes “Los treinta y tres orientales”.



Después de dos años, en 1830 se elaboró la primera Constitución republicana, la cual, fue jurada el 18 de julio del mismo año. Con base en estás acciones políticas, tenemos el nacimiento de la República Oriental del Uruguay.

1 Los gauchos tenían una acepción similar a los criollos mexicanos.
2 Nombre con el que se denominó al ejército revolucionario de Lavalleja.


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